
ÁNGEL DE ANTONIO  Las fanáticas de Tokio Hotel  pasan las noches escuchando música en el exterior del Palacio de los  Deportes
      Martes    , 30-03-10
 El viento levanta sus tiendas de dormir y el frío les  hace tiritar, pero ellas siguen ahí. Llevan cinco días de penurias en  las afueras del Palacio de los Deportes y se preparan para pasar  más  días a la intemperie. No les importa, porque sueñan con ver el próximo 6  de abril, en primera fila, a las estrellas de Tokio Hotel, el grupo de  «pop» adolescente que tiene enloquecidas a miles de jóvenes madrileñas  como ellas.
 Cristina Palomino fue la primera en llegar el jueves a  las 9 de la mañana, casi dos semanas antes del concierto. Instaló su  tienda con una amiga y marcó el número 1 en un cuaderno rojo. Ese mismo  día llegaron 16 personas más, y ayer, ya eran 60 las chicas y chicos  instalados en 13 tiendas de colores que se alzan bajo las estrellas de  la entrada del Palacio de los Deportes.
 «Hace un frío fatal, pero es que con Tokio Hotel soy tan  feliz... me hacen conocer y reconciliarme con tanta gente, que claro,  vale la pena», dice la chica de 17 años, que se siente orgullosa de  mantener el lugar limpio.
 ¿Y qué dicen los padres? «Nada. Saben que Tokio Hotel es  sagrado. Para ellos y para mí», dice Palomino. «Los míos no tienen ni  idea de que estoy aquí», confiesa otra que los ha perseguido en  conciertos por Alemania. Asegura que muchas han gastado más de 30 euros  en comida y cartones.
 El campamento improvisado de Tokio Hotel crece cada hora.  Hacen turnos, van a casa a bañarse por las tardes y vuelven para pasar  la noche, escriben su nombre por orden de llegada y algunas estudian  para los exámenes de recuperación de cursos perdidos.
 «Dormimos cinco en una tienda de tres. Como en un  tetris», dice otra chica que no para de comer pipas de girasol para  aliviar la espera de Bill y Tom Kaulitz, Georg Listing y Gustav Schäfer,  los miembros de la banda.
 En el campamento, las mañanas de estas adolescentes  comienzan a las 10 con el ruido de los «skaters» y en las tardes se  reúnen para el  mejor momento: escuchar juntas las canciones de la  agrupación que nació en 2001 y que presentará su tercer disco  «Humanoid», con temas en inglés y en alemán.
 «Yo he rechazado trabajos por estar aquí», asegura  Carolina Ballesteros, una chica delgada de 18 años aspirante a modelo.  Lo dice con temor de no poder entrar entre las primeras porque otro  grupo de fanáticas de la página oficial de Tokio Hotel ha publicado un  comunicado informando que la fila de éstas no tiene validez. Pero a  pesar de eso no se piensan mover.
 Bien puestas, como si los gemelos Bill o Tom las  estuvieran viendo, ellas hablan desordenadamente y con pasión sobre los  efectos de los cuatro chicos. «Yo hasta llevo un año aprendiendo alemán  sólo por ellos», cuenta  Sandra Sevilleta, mientras el resto de sus  compañeras de aventura corren porque el viento vuelve a llevarse sus  tiendas.
Fuente: ABC.es - Noticias de España y del mundo
 Fuente: ABC.es - Noticias de España y del mundo

















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